La boda de Ingrid & Robert
Medellín, Colombia – Casa El Rosal
En el corazón de Medellín, entre jardines exuberantes y arquitectura clásica, floreció una celebración que combinó lo mejor de dos mundos: el encanto de una boda destino y la elegancia atemporal de una casa con historia. Ingrid y Robert soñaban con un día lleno de romance, sensibilidad y belleza natural, y eso fue precisamente lo que creamos juntos.
Una ceremonia etérea al aire libre
La ceremonia tuvo lugar en los jardines de la Casa El Rosal, una locación íntima y sofisticada, rodeada de árboles y aire fresco. Diseñamos un espacio abierto, etéreo, como un jardín secreto que florece en el corazón de la ciudad.
El altar fue una instalación floral tipo arco, rica en textura y color, pero con un espíritu natural que parecía brotar de la tierra misma. Cada flor fue pensada para enmarcar la historia de los novios con suavidad y poesía. Tulipanes, ranúnculos, rosas, clemátides y flores silvestres se mezclaban con follajes verdes, creando una composición viva y envolvente.
Las pequeñas pajecitas caminaron entre flores con canastas tejidas llenas de pétalos, como si fueran parte del jardín que celebraba la unión.
Una noche bajo un cielo floral
La recepción fue en una carpa náutica blanca que transformamos por completo. Las mesas fueron una mezcla de estilos: imperiales con manteles largos de lino natural, y redondas en madera clara. Cada centro de mesa fue diseñado como un pequeño jardín: composiciones en bloques, flores con movimiento, y tonos románticos que hacían eco del entorno.
Para las mesas redondas, creamos piezas escultóricas tipo árbol, desestructuradas y orgánicas, que parecían haber crecido naturalmente desde las mesas. El punto central fue un gran techo botánico colgante, construido con follajes verdes, flores suspendidas y tres chandeliers que colgaban como joyas entre las ramas.
Este techo se conectaba con dos columnas cubiertas de vegetación, que formaban un jardín vertical en el corazón del salón. Abajo, la pista de baile tenía un diseño en damero celeste, y al fondo, el escenario estaba enmarcado con flores como si se tratara de un concierto en medio de un bosque encantado.
Un homenaje a la belleza y la conexión
Esta boda fue una celebración de lo clásico, lo natural y lo profundamente humano. Ingrid y Robert trajeron consigo una visión clara: querían honrar el amor, el buen gusto y la conexión con su gente más cercana. Y Medellín —con su luz cálida, sus paisajes verdes y su alma vibrante— fue el escenario perfecto para hacerlo.
Para Clementina, esta boda fue una oportunidad de volver a mirar lo local con ojos de asombro, de transformar una locación íntima en un universo poético. Una noche que nos recuerda que no importa el lugar del mundo donde celebremos, mientras haya flores, historias y belleza verdadera… todo florece.
Wedding planner: @larojaperdiz
Decoración y diseño floral: @otonoylavanda @clementina.floralstudio
Locación: @elrosalmedellin
Producción: @cjproducciones
Carpa: @industrialdemontajes
Catering: @chefmarconirighi
Postres: @cakehomereposteria
